Desde que entré en el mundo de redes con la serie de animación True Story he producido contenido audiovisual con un claro mensaje de denuncia social, he querido compartir mis reflexiones y conocimiento de forma gratuïta.
Nunca quise vender la serie porque sentí que su mensaje se podría distorsionar, de la misma forma que no he aceptado transmitir mensajes y promocionar empresas que contradicen aquello en lo que creo.
Creo que es esencial cuidar del mensaje que lanzo al mundo, aunque eso conlleve pagar un precio que se traduce en: menos oportunidades de algunos sectores, horas, horas y muchísimas horas de trabajo gratis + la presión y el acoso de aquellos que te odian por alzar la voz y de los que se obsesionan y te hacen pagar a ti años de represión (todo ello implica denuncias, terapia y burocracia de procesos que nunca acaban).
Por ello, ofrezco a las personas que de alguna forma os he sumado o pensáis que mi función en este mundo es necesaria, que, si así lo sentís, me apoyéis con lo que podáis. Muchos de vuestros mensajes de cariño han sido mi motor para seguir creando, pero también tengo que comer y eso.
¡Siempre agradecida!,
Anabel